ALTAS CAPACIDADES

SOBREEXCITABILIDADES

Una de las características emocionales que se ha vinculado con las altas capacidades es la sobreexcitabilidad. El psicólogo polaco Kasimierz Dabrowsky ha estudiado durante varios años esta circunstancia y afirma que las personas con alta capacidad intelectual pueden exhibir más de una sobreexcitabilidad, y éstas pueden ser psicomotoras, emocionales, intelectuales, sensoriales o imaginativas. Aunque siempre suele haber una que predomina en mayor medida sobre las demás.
Sobreexcitabilidad intelectual
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  La sobreexcitabilidad es una intensidad innata que indica una mayor capacidad para responder a los estímulos y ésta es una característica común entre las personas con alta capacidad intelectual. Dabrowsky identificó estas cinco áreas de sobreexcitabilidad: Sobreexcitabilidad psicomotora: se caracteriza por una gran energía y vitalidad. Son niños y niñas que están en constante movimiento y que necesitan pocas horas de sueño, que  suelen hablar muy rápido y compulsivamente, además, muestran una actividad incansable y por ello pueden ser identificados  con TDAH. En ocasiones suelen tener hábitos nerviosos o tics.     Sobreexcitalidad emocional: suelen ser niños y niñas muy sensibles emocionalmente, tienden a  experimentar fuertes respuestas emocionales como el llanto o la ira ante las situaciones que consideran injustas o al fracaso por no conseguir lo que se proponen. En este sentido se les puede identificar de manera errónea con trastorno bipolar u otro trastorno emocional. Suelen presentar una profunda preocupación por las demás personas mostrando gran empatía y preocupación ante situaciones que les generan ansiedad. Esta alta sensibilidad, en ocasiones,  les hace tener sentimientos de culpa y responsabilidad, un alto sentido de la injusticia, problemas para ajustarse a los cambios y somatizar respuestas físicas a las emociones, como por ejemplo, dolores de estómago o de cabeza provocados por la ansiedad.   Sobreexcitabilidad intelectual: es una de las más habituales y se caracteriza por una intensa actividad cognitiva y pensar sobre el pensamiento. Realización de preguntas perspicaces y un alto nivel de curiosidad, gran capacidad de esfuerzo intelectual sostenido y una amplia variedad de gustos e intereses. Pueden poner en aprietos a docentes y familiares planteando constantes preguntas en algunos casos desafiantes. Disfrutan con actividades que exigen concentración y se preocupan por cuestiones morales y existenciales. Fomentan el pensamiento analítico  y el teorético y sienten predilección por resolver problemas.   Sobreexcitabilidad sensorial: agudización de los sentidos, sienten, ven, huelen, degustan, oyen y tocan con una intensa profundidad inusitada. Pueden tener respuestas positivas o negativas a la estimulación de sus sentidos. Les pueden molestar los sonidos fuertes o estridentes, perciben olores extraños, les molestan las etiquetas de la ropa o las costuras, evitan ciertos tipos de perfumes o rehúsan comer ciertos alimentos por su textura. Las niñas y niños con esta sobreexcitabilidad se pueden emocionar hasta llorar escuchando una pieza musical o ante la belleza de una puesta de sol. También suelen tener un exquisito gusto por la estética diciéndoles a sus madres y padres lo elegantes que están.   Sobreexcitabilidad imaginativa: gran capacidad de imaginación, llegando a tener amigos imaginarios con los que juegan. Poseen una capacidad de visualización inusual, esto les hace que puedan tener pesadillas de una forma muy vívida e incluso tener sueños muy elaborados y en colores. En ocasiones tienen dificultad para expresar sus pensamientos ya que los quieren exponer con tanto detalle que la idea  principal se pierde. Les encanta la fantasía y pueden aislarse de lo que les rodea en su mundo fantasioso visualizando con claridad escenas como si estuviesen en un cine. Desde edades tempranas adquieren el gusto por la poesía o la música.   Hay que tener un especial cuidado y prestar mucha atención a la aparición de estas sobreexcitabilidades ya que, en ocasiones, se pueden interpretar de manera errónea y esto puede llevar a suministrarles un tratamiento psicológico o farmacológico innecesario. También, a la hora de tratar al niño o la niña, decirle que ignore las burlas o que no permita que le molesten es un consejo que no va a poder seguir. Entender cada acción realizada por su hija o hijo va a ayudar a madres y padres a responder mejor a ese comportamiento.